En nuestros hogares, podemos tener en cuenta una serie de acciones para mejorar la ventilación de nuestras cocinas:
- El espacio de extracción ha de ser mayor que la zona de cocinado. Si no, no será capaz de absorber la cantidad de humo generado.
- Ha de existir una renovación del aire. Muchas cocinas tienen una ventana cerca y, si no hay sistemas de ventilación, abrir esa ventana puede ser una solución.
- Podemos tapar las ollas y sartenes para que no expulsen el aire al exterior.
- Los sistemas de vitrocerámica son más rápidos y también más seguros que los de resistencia eléctrica o los de gas.
- La extracción del humo ha de tener un recorrido muy corto desde el extractor hacia el exterior.
- La cocina es considerada una estancia húmeda. Es imprescindible que mantengamos su espacio en perfecto estado y que evitemos los problemas de humedades.
Sin embargo, para poder renovar el aire en nuestras cocinas debemos contar con sistemas de ventilación mecánicos. Lo que, además, nos garantizará una mayor salud y la mejor protección frente a humos.