El camino de la industria de la ventilación se dirige inevitablemente hacia la eficiencia energética y la sostenibilidad, en buena medida por su conexión con la construcción. Si hace dos décadas el sector inmobiliario empezó a implantar sistemas de calefacción y aire acondicionado para mejorar el confort de los habitantes, el paso ahora mismo es hacia los sistemas de ventilación mecánicos.
El futuro inmediato de la ventilación son los edificios de consumo casi nulo. Y esos serán todos los edificios que se construyan a partir de 2020, si bien los de ámbito público ya han de seguir dichas directrices. En estos casos, se indica que es necesario un sistema de ventilación mecánico para garantizar el flujo constante de aire limpio y fresco.
Los nuevos edificios tienen una mucho mayor estanqueidad y están preparados para evitar que el frío y el calor del exterior se filtre en ellos. Por eso, es necesario que exista un sistema de ventilación mecánico que cree un flujo de aire en las viviendas.
De esa manera, se evita la necesidad de usar los equipos de aire acondicionado o la calefacción en la gran mayoría de situaciones. Y eso influye directamente en la necesidad del sector de apostar por la eficiencia energética.
Por otro lado, el otro aspecto importante de los sistemas de ventilación del futuro es la salubridad. Los sistemas de ventilación mecánicos que introducen aire lo hacen filtrándolo previamente, lo que supone un avance importante de cara a la mejora de la salud de las personas que habitan dichas estancias.
Igualmente, al extraer el aire viciado de los hogares se evitan problemas respiratorios y se controla la humedad.
Por todo ello, el futuro de la ventilación más inmediato pasa irremediablemente por la mejora del aire respirado en interiores y por la eficiencia energética. Lo que, ahora mismo, nos acerca a los sistemas de ventilación mecánicos.