El ozono es un desinfectante que se distingue, entre otras cosas, por no ser muy habitual entre los particulares ni estar disponible en grandes superficies, pues para conseguirlo se necesita un generador de ozono.
Cuando una empresa de limpieza utiliza materiales que no se distinguen de los que podemos encontrar en supermercados o superficies habituales, normalmente los resultados que obtendrá, aunque sean muy buenos, tampoco se distinguirán de los que puede obtener cualquier particular en cuanto a olores y resultados.
Pero el ozono es distinto en este aspecto pues, por su naturaleza, es capaz de combinarse químicamente, e integrarse al cien por cien en el ambiente.
Dicha integración natural del ozono permite a las empresas de limpieza, tras eliminar toda la suciedad, desinfectar los locales sin dejar el típico olor a lejía que tanto molesta. Limpiar con ozono permitirá que se disfrute de un ambiente verdaderamente limpio, sin olores enmascarados por ambientadores, y sin el temor de que haya quedado algún microorganismo en el ambiente.
Si una empresa de limpieza quiere distinguirse por sus resultados, deberá distinguirse también por sus productos, y el ozono, pese a estar en realidad disponible para cualquiera que desee comprarlo, es utilizado mediante generadores profesionales, más potentes que los domésticos, por las empresas de limpieza de mayor nivel.