Los extractores para baño son ventiladores habituales, conocidos y utilizados del ámbito de la ventilación. El motivo es sencillo, se trata de un tipo de ventilador con la clara función de extraer los olores desagradables que se producen en el baño, además de mejorar la calidad del aire del mismo.

Según las normativas actuales se debe extraer un cierto caudal en cada baño, manteniendo un nivel adecuado de salubridad por lo que en la mayoría de instalaciones, sobretodo del sector terciario, la instalación de extractores para baño es necesaria.

TIPOS DE EXTRACTORES PARA BAÑO

Existen muchos tipos de extractores para baño, ahora bien, ¿cómo escoger el adecuado?

La pregunta parece sencilla, pero existen muchas variaciones en un mismo producto que pueden llegar a dificultar decisión. Técnicamente, y para cumplir con la normativa, se debe asegurar un cierto caudal de aire. Teniendo en cuenta que la instalación se ha diseñado correctamente, todos o la mayoría de los extractores para baño conseguirán cumplir con esta función básica.

A partir de este punto, se puede buscar un extractor que se adecúe a las necesidades del cliente. Una primera propuesta es la de instalar un extractor de baño que se enciende cuando se acciona el interruptor de la luz. Esta es una variación en la instalación, que nada tiene que ver con el propio ventilador.
Además de la utilización habitual de interruptor de la luz, existe otra versión bastante utilizada que es la de utilizar extractores para baño que incorporan un detector de presencia.

Una demanda muy habitual para asegurar el confort de los usuarios es la petición de un extractor silencioso. Existen básicamente dos características que hacen que un ventilador deje de ser silencioso y pase a ser molesto:

1. Extractor de baño con cojinetes. El cojinete es un elemento mecánico que reduce la fricción entre el eje del motor y la hélice, que sirve además de apoyo y facilita su desplazamiento. Dependiendo el tipo de cojinete, al girar se puede producir más o menos ruido. Es por ello que para que un extractor sea silencioso recomienda un tipo de rodamiento (o cojinete) a través de bolas, mucho más silencioso y que además permite la instalación del extractor en cualquier posición.
2. Problemas de instalación. Un conducto demasiado estrecho produce altas velocidades de paso del aire, además de pérdidas de carga elevadas. Esto provoca que no podamos extraer el caudal de aire necesario y dicho aumento de velocidad provoca un aumento del ruido por el simple hecho de trabajar en una zona no óptima para el ventilador.
3. Suciedad en el ventilador. Se debe procurar realizar un mantenimiento cada cierto tiempo, según el fabricante, limpiando la rejilla que se suele ubicar delante de la hélice del ventilador. La acumulación de polvo puede provocar un aumento de pérdidas de carga con resultado idéntico al caso anterior. Además, un exceso de polvo puede llegar a producir desequilibrios en la hélice, algo que provocaría incluso un ruido superior.

Otra característica habitual en estos extractores es el uso de un temporizador. El temporizador puede iniciarse justo cuando se enciende el ventilador (a la conexión) o bien cuando se apaga (a la desconexión), normalmente mediante el mismo interruptor de la luz, manteniendo el ventilador encendido durante un cierto tiempo.

Si lo que realmente deseamos es evitar las humedades que se producen en muchos baños, lo más recomendable es escoger un extractor de baño con humidistato incorporado. Este sensor mide la humedad relativa del ambiente en todo momento, y según su programación, provoca que el ventilador se encienda en caso de superar el valor escogido por el usuario. Una vez la humedad relativa es inferior a este valor o bien pasado un cierto tiempo, el ventilador se apaga automáticamente.