Desde un consumo eléctrico razonable hasta pequeñas modificaciones en el hogar.
Todo es importante si queremos apostar por la eficiencia energética y mantener unos consumos energéticos moderados en el hogar.
1, Mucho cuidado con el aire frío o dejar el aire acondicionado encendido
Cuando llegas a casa en un día de horrible de calor intenso es fantástico la sensación del aire frío en tu piel, lo sabemos.
Pero hay que ser razonable con un aparato que puede llegar a gastar muchísimo en la factura de la luz.
Hay gente que disfruta del aire acondicionado a menos de 23ºC, e incluso quienes lo ponen a 19ºC para poder abrigarse en casa durante el verano.
Desde luego, no es buena idea.
El aire acondicionado emite el mismo aire frío en todo momento a la misma temperatura y el termostato regulará cuánto tendrá que emitir en todo momento.
Prueba a ponerlo a 26ºC y verás que la sensación de confort es la misma o incluso más, ya que no tendrás que abrigarte dentro de casa.
Igualmente, pon el ventilador al mínimo y si estás lejos de la unidad activa la función swing, que lo expandirá por toda la estancia.
2. Apaga el aire acondicionado cuando no estés en casa
No dejes el aire acondicionado encendido durante el día cuando no estés en casa.
La sensación de entrar en casa y que se esté fresco te costará mucho dinero, cuando en realidad los efectos del aire frío se notan casi al instante de encenderlo.
¿Eres aun así de los que quiere llegar a casa y notar la climatización?
Entonces puedes regularlo para que se encienda unos diez minutos antes de llegar a casa. Existen dispositivos que permiten que lo enciendas con una aplicación móvil.
Por la noche no es recomendable dormir con el aire acondicionado funcionando. Puedes programarlo para que se apague en mitad de la noche y así ahorrar mucho.
3. No olvides ventilar tu hogar
Incluso si no cuentas con un sistema de ventilación mecánico, es importante que exista una corriente de aire en tu hogar.
Los ventiladores pueden lograr que la sensación de bienestar sea mejor en casa, y una buena opción es crear una corriente de aire entre dos ventanas.
Eso logrará descender la temperatura en casa.
4. Esconde a tu hogar del sol y abre las ventanas cuando es necesario
El sol es maravilloso cuando en un día clareado disfrutas de él en el exterior. Pero tu casa puede recalentarse -y mucho- si abres las cortinas y dejas que los rayos de sol entren en las estancias.
Procura parar los rayos del sol, mucho mejor si es con un toldo.
Lo mismo ocurre con las ventanas: ábrelas durante la noche cuando refresca y mantenlas cerradas en las horas de más calor.
5. Lava la ropa con agua tibia
No es necesario lavar la ropa con agua caliente en verano, ya que directamente sale con una alta temperatura normalmente.
Para ahorrar en el gasto de la lavadora siempre puedes optar por lavar con agua fría en verano.
6. Utiliza iluminación LED y vigila el uso de los equipos electrónicos
Esto sirve como una de las principales medidas de ahorro energético en verano e invierno.
Es muy importante que cambies las bombillas de casa por alternativas LED y que mantengas los equipos electrónicos con un consumo reducido. Por ejemplo, evita ponerlos en stand-by y desconéctalos con frecuencia.