¿En verano o en invierno?
Sin duda, la primavera y el otoño son los dos momentos en los que menos consumo eléctrico generamos.
Las temperaturas son agradables para salir fuera de casa, por lo que pasamos menos tiempo en interiores, y son esas épocas en las que podemos prescindir totalmente de la climatización.
Sin embargo, necesitamos medidas de ahorro energético en verano y en invierno si no queremos que las facturas se vuelvan muy caras.
Se piensa que el invierno es una época de máximo consumo energético porque calentar los hogares puede ser muy costoso, además de que el frío hace que estemos más tiempo en interiores.
Pero el verano es también una época de altos consumos energéticos, sobre todo si se dispone de equipos de aire acondicionado.
Es normal esperar altos gastos en energía durante el verano.
Se enciende el aparato de aire acondicionado para huir del calor y los niños están más tiempo en casa haciendo uso de los aparatos electrónicos.
Y, cuando salen a jugar a la calle, hay mucho más por lavar, sin contar con las toallas de la playa o la ropa de la montaña.
El verano puede salirnos caro en la factura de la luz, pero con las siguientes medidas de ahorro energético es posible recortar -y mucho- lo que gastamos en energía durante los meses cálidos.
¡En el próximo artículo te contaremos las medidas para reducir el consumo energético en verano!