La humedad es la cantidad de vapor de agua que se encuentra en el aire y que varía en función de las condiciones ambientales o climatológicas. La cantidad de vapor de agua que puede absorber el aire depende de su temperatura. El aire caliente admite más vapor de agua que el aire frío.
Cuando la humedad alcanza el valor 100% se produce el fenómeno de la condensación y ese vapor de agua en estado gaseoso pasa a tomar forma líquida. Un ejemplo de este fenómeno es el punto de rocío o temperatura de rocío que es el valor al que debe descender la temperatura del aire para que el vapor de agua existente comience a condensarse.
La humedad es un factor a menudo infravalorado a la hora de planificar y diseñar los sistemas de tratamiento de aire cuando, sin embargo, debe considerarse una cuestión de la máxima relevancia. Cualquier espacio o ambiente sometido a niveles de humedad fuera de los límites establecidos como aconsejables puede ocasionar, no sólo trastornos de salud para las personas, sino también afectar a los materiales y estructuras de una propiedad o edificio, ocasionando problemas de corrosión.
¿Cuál es el nivel de humedad adecuado?
Para poder disfrutar de un ambiente confortable en el hogar se debe tener en cuenta la temperatura, pero también el grado de humedad relativa del ambiente de nuestra vivienda. Así, mientras se considera que una temperatura de confort debe oscilar entre los 18ºC y los 21ºC, un ambiente agradable debe tener una humedad relativa que oscile entre el 50% y el 60% y se considera aceptable entre un 40% y un 70% ya que debemos tener en cuenta que, un ambiente demasiado húmedo favorece el desarrollo de gérmenes nocivos y hongos y, por tanto, incide notablemente en el nivel de salubridad de las personas.
Si el ambiente interior es extremadamente seco, las mucosas y garganta se resecan al igual que el cabello y la piel, originando igualmente problemas de salud.
Cómo evitar problemas de condensación en el hogar
En ambientes domésticos o residenciales está muy extendido el uso de los deshumidificadores. Estos aparatos son capaces de absorber, condensando agua que se recoge en una cubeta o se evacua por un drenaje, según su tamaño y potencia. Por regla general, un deshumidificador puede recoger diez litros de agua en 24 h trabajando con aire al 70% de humedad.
Su uso está indicado en segundas residencias, viviendas, garajes, trasteros, salas de ordenadores, escuelas, gimnasios, peluquerías, lavanderías, etc. Si están equipados con detectores de humedad del ambiente pueden detenerse o arrancar de acuerdo con los límites prefijados
Un buen sistema de ventilación
Otro de los procedimientos para eliminar la humedad, considerado como la solución más eficaz, es un buen sistema de ventilación.
Actualmente, la mayor parte de edificaciones comienzan a incorporar sistemas de ventilación mecánica controlada que, además de proporcionar a la vivienda una óptima calidad del aire interior libre de contaminantes, contribuyen a controlar los niveles de humedad relativa de forma muy eficaz evitando la formación de condensaciones.