Es el ocupante de la vivienda quien mejor puede definir cuál es la situación que le proporciona la sensación de confort térmico.
Para alcanzar la temperatura de confort térmico interaccionan, muchos parámetros como la temperatura ambiente y de las paredes, los modos de calefacción, los niveles de humedad o los movimientos del aire.
Para obtener un confort térmico satisfactorio, es necesario actuar a nivel de los cerramientos, los sistemas de calefacción y los ocupantes.
De esta manera, un buen aislamiento térmico y unas ventanas estancas y eficientes evitan el fenómeno de paredes frías y disminuyen los movimientos del aire.
En cuanto al sistema de calefacción tendremos una mejora del confort térmico manteniendo una temperatura estable y homogénea combinada con un correcto control de humedad.
Finalmente, a nivel de los ocupantes, un atuendo adaptado a la temporada es esencial.