La ventilación y la calidad del aire interior dentro de la oficina es importante para la comodidad, salud y rendimiento de los trabajadores.
La ventilación es un método para controlar el ambiente mediante la utilización estratégica del flujo de aire, que consiste en la renovación del aire por medios naturales o mecánicos con el fin de reducir la emisión de olores molestos, remover un contaminante, y mantener las condiciones físicas de temperatura y humedad de la oficina.
La necesidad de ventilación se lleva a cabo para cubrir dos requerimientos básicos ambientales. El primero de estos requerimientos es proporcionar el oxigeno suficiente para el mantenimiento de la vida y el segundo, se da para abatir la contaminación ambiental del lugar, causado por humos y vapores producidos por procesos industriales que se realizan o por exceso de calor en el lugar.
La ventilación efectiva es una de las soluciones a estos problemas donde la protección de los empleados es NECESARIA.
Una oficina térmicamente confortable es aquella en la que el 80% de los ocupantes se encuentra en una sensación térmica neutra; es decir, sin frío ni calor.
Para lograrlo, se recomienda una temperatura ambiental promedio de entre 20 y 23 grados en invierno; entre 23 y 26 grados en verano; una diferencia de temperatura entre el piso y la cabeza menor a 5 grados, y una humedad de entre el 40%y el 60 por ciento.
Para que un sistema de ventilación general sea eficaz, debe reunir las siguientes características:
- El caudal de aire aportado debe ser suficiente para conseguir unas características del aire satisfactorias, en función de la generación de los contaminantes interiores.
- El caudal de aire extraído se debe suplir, al menos, con el aire.
- Se debe cumplir el principio de la conservación de las masas.
- Se debe conocer el recorrido que realice el aire.
- Las entradas y salidas deben adecuarse para que el aire limpio recorra el recinto.