Para la ventilación residencial, las viviendas deben disponer de un sistema general que puede ser híbrido o mecánico, por lo que nos encontramos ante la necesidad de utilizar sistemas de ventilación mecánica con distintas variantes:
- Entrada natural y extracción mecánica. En este sistema la admisión de aire se realiza a través de rejillas situadas en las fachadas de las paredes del comedor, las salas de estar y los dormitorios, y la extracción del aire se hace por medio de un extractor conectado mediante conductos a las zonas húmedas (baños, aseos y cocina), con el que se expulsa el aire viciado al exterior.
- Entrada mecánica y extracción mecánica. En este sistema tanto la admisión como la extracción de aire son mecánicas, por lo que los caudales de ventilación quedan garantizados. Una de las principales ventajas de estos sistemas radica en la posibilidad de instalar un recuperador de energía o recuperador de calor. El recuperador aprovecha parte de la energía contenida en el aire de extracción cediéndosela al aire de admisión. Este sistema funciona tanto en invierno, precalentando el aire de entrada como en verano refrescando el aire exterior si se dispone de un sistema de climatización.
- Sistemas combinados. Existen soluciones que combinan distintos sistemas.
Sistemas de ventilación mecánica de doble flujo, el más eficiente
A la hora de elegir un sistema de ventilación mecánica para la vivienda, el sistema que nos permitirá alcanzar un mayor ahorro energético es el sistema de ventilación de doble flujo, ya que incorpora un recuperador de calor. Todo esto que nos garantizará una ventilación eficiente.
Tipos de sistemas de dible flujo
Existen dos tipos de sistema de doble flujo en el mercado:
- Sistemas de doble flujo compactos: disponen de los ventiladores incorporados al recuperador. Son los más implantados por su menor coste. Son más sencillos y tienen menor complejidad en su instalación. El único inconveniente de estos sistemas es que al estar unidos los ventiladores al recuperador pueden producir ruido molesto para los usuarios si se ubican los equipos en una zona habitable de la vivienda.
- Sistemas de doble flujo con equipos independientes: tienen los ventiladores y el recuperador separados, lo que permite instalar los ventiladores en zonas no habitadas y por tanto evitar a los usuarios el ruido generado por los ventiladores.
Asimismo, habrá que tener en cuenta que, siendo el principal objetivo de este tipo de sistemas la búsqueda de la mayor eficiencia energética, el recuperador de calor debe instalarse en zona calefactada para evitar pérdidas energéticas por radiación del equipo.
En cualquier caso, cualquier solución de ventilación inteligente que incorpore estos sistemas permitirá la regulación de los ventiladores y recuperadores de calor, en función del parámetro que el diseñador de la instalación considere adecuado. Estos parámetros serán leídos por sondas o sensores e indicarán a los ventiladores si aumentar o reducir la velocidad en función de las necesidades marcadas.
Ventajas de la ventilación mecánica de doble flujo
En definitiva y como resumen, podemos concluir que las principales ventajas de los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo son:
- Su elevada eficiencia energética al realizar un uso inteligente de la energía contribuye a mejorar el confort térmico disminuyendo el uso de aparatos de climatización.
- Mejora el confort al aumentar la temperatura de aire de impulsión en la vivienda, al ser atemperado en el recuperador de calor.
- Proporcionan una elevada calidad del aire interior gracias a los filtros que incorporan, lo que redunda en un aire más limpio y menores molestias respiratorias y alérgicas.
- El hecho de eliminar las entradas de aire de fachada hace que el aislamiento acústico de la misma quede intacto, mejorando el confort acústico del usuario.
- Estos sistemas contribuyen a evitar problemas de humedad, condensación y moho que pueden afectar a la salud de las personas.