El sensor de humedad es un aparato de lectura utilizado en espacios interiores para controlar la humedad del aire y la temperatura.
Las magnitudes medidas por el sensor de humedad se transforman en una señal eléctrica normalizada, cuya intensidad suele estar comprendida entre 4 y 20 mA.
Un material semiconductor es el encargado de determinar con precisión los valores de humedad y temperatura que se corresponden con la señal emitida.
Este tipo de sensores son especialmente útiles en los sistemas de ventilación mecánica higrorregulables, ya que permiten regular el caudal de aire renovado en función de la humedad ambiental. Estos sistemas pueden emplearse tanto en viviendas individuales como colectivas.
En este último caso se utilizan sistemas de ventilación individualizados que llevan a cabo un barrido y posterior renovación del aire contaminado de los locales. Al ser independiente se consigue disponer de aire interior de calidad y autonomía en el consumo de cada vivienda.
Cuando el sistema higrorregulable es centralizado se puede utilizar indistintamente en viviendas unifamiliares y plurifamiliares. El sensor de humedad manda una señal a las bocas de extracción higrorregulables situadas en baños, aseos y cocina por donde el aire viciado se extrae cuando es necesario.
El aire limpio entra en el salón y los dormitorios por las entradas de aire higrorregulables ubicadas en la carpintería de las ventanas, una vez que el sensor ha detectado que los valores de humedad en el interior no son los adecuados.