La actual situación sanitaria ha propiciado cambios notables en nuestra forma de vida y trabajo. Desde el inicio de la expansión de la COVID-19, todos hemos tenido que modificar procesos e, incluso, instalaciones para adaptarnos a las exigencias del nuevo contexto.
Surge así la necesidad de centrar los esfuerzos en mejorar la calidad del aire de nuestros locales y crear espacios seguros, donde la exposición a ciertas partículas y contaminantes sea mínima y queden reducidas toda posibilidad de contagio. Nuestros clientes deben respirar un aire saludable dentro de nuestros locales y la ventilación se convierte en la gran aliada por la consecución de este objetivo. En este artículo vamos a hablar sobre cómo optimizar y adaptar los sistemas de ventilación de un local comercial.
El sistema de ventilación debe estar dimensionado de forma que se garanticen los caudales de aire necesarios en función de la ocupación y la actividad del edificio. Los filtros del aire en sistemas de ventilación son un elemento imprescindible en zonas y espacios comerciales donde se busque seguridad y un mayor beneficio para la salud, además de sensación de confort.
La incorporación de filtros, en la aportación de aire exterior, impedirá la entrada de partículas procedentes del ambiente externo (polvo, polen, partículas finas PM10, PM2.5 y PM1 ), lo que garantizará la protección y el confort de los ocupantes. En el caso de instalaciones ubicadas en zonas urbanas con un elevado nivel de polución, las etapas de filtración también incluirán procesos de eliminación de contaminantes gaseosos.
Dependiendo de la combinación de filtros que utilicemos los beneficios pueden ser diferentes, consiguiendo un determinado nivel de protección: empezando por niveles de filtración básicos (que protegen contra el polvo) hasta niveles de filtración con capacidad de retener partículas finas, bacterias y virus.
En todo caso, y para que todas las medidas sean efectivas, siempre recomendamos realizar un estudio individualizado, en el que se consideren las necesidades particulares de cada espacio o edificio y que garantice la correcta eficiencia del sistema de ventilación y filtración.