El origen de la humedad es variado -si vivimos en una zona costera es muy fácil que vivamos situaciones de alto vapor de agua en el aire-, pero los problemas de humedad suelen generarse debido a una escasa renovación del aire.
Es imprescindible que, en interiores, seamos capaces de lograr renovar el aire.
En caso de no disponer de sistemas de ventilación mecánicos deberemos abrir las ventanas regularmente.
La siguiente acción importante a llevar a cabo es controlar las humedades en los lugares donde se genera vapor de agua, que es en los baños y en las cocinas.
Es muy habitual ver el origen de la humedad en salones y en habitaciones y pensar que su origen es esa estancia, cuando normalmente no es así.
Ducharse con la puerta abierta o no ventilar mientras cocinamos genera muchísima humedad, que luego se expande por el ambiente.
Un verdadero aliado en la lucha antihumedad es el deshumidificador.
No es recomendable depender totalmente de él, pero sí utilizarlo como una ayuda a la necesaria renovación del aire.
La mayor solución antihumedad es el uso de sistemas de ventilación mecánicos.
Gracias a ellos somos capaces de renovar el aire y de conocer exactamente el valor de humedad que tenemos.
De esta manera eliminamos el exceso de vapor de agua sin tener que abrir las ventanas, de manera totalmente eficiente.
Eso, además de una mayor salubridad, nos otorga un mayor grado de confort en casa.