En los baños sin ventana, abrir la puerta no es suficiente.
Para poder eliminar los malos olores, evitar los problemas de humedad y renovar el aire, lo más eficaz es usar un extractor de baño.
De esta manera, lograremos lo más importante, que es eliminar el aire contaminado o cargado de vapor de agua.
No obstante, muchos de los extractores que encontramos en lavabos no son muy eficientes.
Algunos han sido colocados única y exclusivamente para mostrar su existencia, sin tener en cuenta una serie de condicionantes que son importantes para que funcionen de manera correcta.
El lugar donde se instalará el extractor o el tamaño del lavabo son aspectos que han de tenerse en cuenta.
Al instalar los extractores de baño es necesario consideras:
- Es imposible montar extractores de baño encima de la bañera o de la ducha. La prohibición está dentro de la normativa para evitar problemas y por motivos de seguridad.
- El extractor tiene que estar alejado de las rejillas de ventilación y de las puertas. De nada nos sirve en esos casos, y en ocasiones es posible encontrarlos allí.
- Hemos de tener en cuenta que el ruido que hará determinará en muchos casos la potencia, así que se ha de buscar algo silencioso pero en consonancia con la eficacia que buscamos.
A partir de aquí, dependerá de las necesidades de tu hogar.
Por ejemplo, el modo más sencillo y común es que el extractor se accione mediante un interruptor, para que así elijas cuándo hacer uso de él. En cambio, si lo instalas en una tienda o local público, a veces es mejor que sea un detector de presencia lo que accione el ventilador.
En espacios de oficinas y lugares con un paso poco constante de personas, a veces los temporizadores pueden ser una buena opción. Y luego está el caso de los lugares con mucha humedad, donde un extractor con detección de vapor de agua nos dará el servicio necesario.
¿Y si todo esto falla? Siempre nos queda la solución de un sistema de ventilación mecánico de doble flujo.
Sin duda, se trata de la mejor solución para mejorar el paso del aire y su renovación en nuestros lavabos.
No solo garantizamos de esa manera no tener contaminantes ni un aire sucio, sino que eliminamos los cristales empañados. Eso no ocurre con un sistema de doble flujo, que constantemente se adapta a las necesidades reales de cada estancia.
La renovación del aire en un baño sin ventana es imprescindible.
Sobre todo si creemos sufrir problemas de humedad, que a menudo se hacen visibles en lugares que no son el baño. Podemos tener un exceso de vapor en el aire provocado por una mala ventilación del lavabo y que se note en otra estancia. Por lo que respirar un mejor aire en el baño es imprescindible.