En muchas ocasiones, diferentes grupos de personas, que no son convivientes habituales, se ven obligados a pasar un gran número de horas en espacios cerrados como, por ejemplo, en oficinas, fábricas o centros de estudios. Es cierto que el uso de la mascarilla y mantener la distancia social ayuda a evitar contagios, pero esas medidas no lo son todo.
Ese extra que mencionamos en el párrafo anterior tiene que ver con la ventilación. Es necesario eliminar, en la medida de lo posible, las pequeñas partículas que están suspendidas en el aire y que pueden portar el coronavirus. De no hacerlo, podrían infectar a las personas sanas que se encuentren en el mismo espacio cerrado que la persona o personas contagiadas. Por eso, es tan importante que, siempre que se pueda, las reuniones con no convivientes se celebren al aire libre.
Sin embargo, esta situación no siempre es posible y es ahí cuando entra en juego la ventilación. Además de ventilar con frecuencia abriendo las ventanas, también es importante contar con un sistema de ventilación. A continuación, repasamos algunas de sus principales funciones:
- Renovación del aire. Con un sistema de ventilación adecuado se consigue expulsar el aire que circula por el interior de una estancia. Así, se consigue que entre aire nuevo. El proceso de renovación consigue potenciar sus propiedades, al tiempo que mejora el olor y aumenta el bienestar de las personas presentes en el espacio.
- Filtrar las partículas. En óptimas condiciones, tanto para interior, como para exterior.
- Acondicionar el aire. Los sistemas de ventilación también se utilizan para que el aire mantenga los niveles adecuados de humedad y temperatura.
Tipos de ventilación frente a aerosoles
Con el objetivo de que la ventilación resulte lo más eficaz posible, se deben cumplir una serie de requisitos:
- Que entre la mayor cantidad de aire limpio exterior en el espacio cerrado. Los sistemas de ventilación deben facilitar este proceso de forma sencilla.
- Analizar el riesgo de contagio midiendo la concentración de CO2. Estos parámetros sirven para valorar si la limpieza del aire es la adecuada.
- Usar filtros. Por ejemplo, los filtros tipo HEPA son toda una garantía de aire limpio y purificado, aunque existen otras opciones en función del tipo de sistemas de ventilación mecánica empleados y su utilidad. No es lo mismo su aplicación en el ámbito doméstico, que en entornos profesionales o grandes construcciones.