En virtud de los acuerdos firmados tanto en el marco de las Naciones Unidas como de la Unión Europea, ha asumido una serie de compromisos orientados a limitar y reducir las emisiones contaminantes.
Los principales objetivos a futuro (2021-2030), cuya consecución pasa por la puesta en práctica de las medidas que se recogen a continuación, son (3):
➢ Reducción de al menos un 40 % menos de emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con 1990.
➢ Consumo de al menos un 27 % de energía procedente de fuentes renovables.
➢ Mejora de al menos un 27 % en temas relacionados con la eficiencia energética.
➢ Incremento de las interconexiones eléctricas con otros países europeos.
Incrementar la generación de energía renovable
Reducir la actual dependencia de los combustibles fósiles para la producción de energía es una de las principales medidas para limitar las emisiones contaminantes.
Mejorar la eficiencia energética.
Reducir la cantidad de energía necesaria para proporcionar productos o servicios es también una medida que repercute en la limitación de las emisiones de gases contaminantes.
Ejemplos claros son la sustitución a bombillas LED que están llevando a cabo muchos municipios y ciudades en sus sistemas de iluminación pública o la rehabilitación de viviendas antiguas que tiene por objetivo mejorar su aislamiento y minimizar la energía necesaria para su climatización.
Transformar los patrones de movilidad
La movilidad, en especial en las áreas urbanas, debe apoyarse en el transporte público, los desplazamientos a pie y el coche eléctrico, preferentemente compartido, siendo necesaria la adopción de medidas que limitan la circulación de vehículos privados que usan combustibles fósiles.
Modificar los hábitos alimenticios
La cría, captura o cultivo de alimentos, su transformación y el posterior transporte y comercialización genera una importante huella de carbono que también resulta imprescindible reducir.
Consumir productos locales que no precisan de enormes cadenas de distribución o reducir el consumo de carne, que ocasiona un notable impacto ambiental, son cambios en los hábitos alimenticios que tienen su reflejo en las emisiones contaminantes.
Reducir la deforestación
Los bosques actúan como sumideros de carbono, absorbiendo parte del CO2 en exceso presente en la atmósfera. La deforestación, sin embargo, facilita la liberación a la atmósfera de ese carbono “secuestrado” por los árboles.
Así, por ejemplo, y de acuerdo con Global Forest Watch, solo la pérdida de bosques tropicales representa actualmente el 8% de las emisiones anuales de dióxido de carbono en el mundo.
Como se puede observar, existen numerosas medidas que pueden contribuir de manera efectiva a reducir las emisiones contaminantes, tanto en el ámbito individual como en el plano colectivo.
No obstante, requieren del esfuerzo y participación de todas las personas.
Aunque reducir los gases contaminantes puede ser una batalla ardua, es una carrera contra el reloj que no admite bajar los brazos.
Nunca fue tan patente que el futuro de la humanidad depende de no darse por vencido o vencida a las primeras de cambio.