El retorno a las aulas ha estado marcado por la obligación de garantizar una adecuada calidad del aire en estos espacios.
Y, desafortunadamente, la mayor parte de la ventilación en los colegios solo puede realizarse abriendo las ventanas.
Con esta medida, sin duda, se renueva el aire.
Eso sí, lo hace a costa de que los estudiantes pasen frío o calor, dependiendo del mes del año, con la consiguiente repercusión en su capacidad de aprendizaje.
- Más del 32 % del tiempo lectivo se desarrolla en condiciones de mal confort térmico en los colegios.
- La calidad del aire interior en los colegios no es la adecuada. Los niveles de concentración de CO2 superan los ratios saludables.
- Los alumnos solo disfrutan del conveniente confort térmico en los colegios durante una franja muy reducida de tiempo: el 20 % en el mejor de los casos y el 11 % en el peor.
No solo los padres y profesores, sino el conjunto de la sociedad debe comenzar a preocuparse y exigir que las instalaciones educativas cumplan con los estándares de calidad del aire interior y confort térmico.
Instalar sistemas de ventilación mecánica garantiza que se respira un aire limpio, manteniendo una temperatura adecuada en estos espacios.
Una inversión en salud pública que, además, repercute en el rendimiento académico de los alumnos.